ALEGRÍA SENSUAL
Terminaban mis dedos tensos por sostener la copa en pose, pues este cuadro lo pinté del natural con un espejo y usándome de modelo....
Fue por los cuadros de Rembrandt en sus autorretratos con turbante blanco que se me ocurrió una figura en composición de rasgos árabes.
Miraba el Baco de Caravaggio también, y fui uniendo las ideas.
La figura representaría al ladrón de Bagdad, Aladino en el momento de disfrute de sus deseos.
Sonrie ebrio dándose placer con su mano izquierda mientras sostiene una copa de vino rosé.
La lámpara no es la clásica de diseño árabe; pinté un huaco de cerámica antiguo, de origen pre-inca, de la cultura mochica.
En el fondo un diseño de manto árabe con curvas y predominando el verde, bastante simplificada que le hace destacar al desnudo en sus degradados suaves del claroscuro.
Por último viene al fondo derecho, la cabeza del genio, el personaje de Disney graficado para dar un efecto en armonía con la geometría.
Aladino óleo sobre tela de 150 x 80 cm. por Gustavo González Echeverría
Expuesto en la Galería Praxis de Lima el año 1999 se encuentra en una colección en Grecia.
Yo mismo posé para este cuadro, el año de 1999, en mi taller de Salamanca, urbanización de Lima. Pasando muchas horas delante del espejo grande que conseguí para el taller.
Tenía los dedos muy tensos en el momento de pintar la copa y la mano.... y ni que decir de la sonrisa, se ve que me costó mucho mantener el gesto.
Aquellas partes que no pueden verse en vivo, como la mano derecha, con la que pintaba... las trabajé con retentiva, observando muy cuidadosamente y pintando casi de memoria. Repetidas veces claro.
Esa alegría que muestra Aladino es superficial claro está, pero llena de vitalidad, sostenida en los gestos del personaje y el diseño pero siempre con un estilo realista, clásico;
manteniendo una sobriedad de la luz suave y sombras transparentes que me encantan en las escenas.
Terminaban mis dedos tensos por sostener la copa en pose, pues este cuadro lo pinté del natural con un espejo y usándome de modelo....
Fue por los cuadros de Rembrandt en sus autorretratos con turbante blanco que se me ocurrió una figura en composición de rasgos árabes.
Miraba el Baco de Caravaggio también, y fui uniendo las ideas.
La figura representaría al ladrón de Bagdad, Aladino en el momento de disfrute de sus deseos.
Sonrie ebrio dándose placer con su mano izquierda mientras sostiene una copa de vino rosé.
La lámpara no es la clásica de diseño árabe; pinté un huaco de cerámica antiguo, de origen pre-inca, de la cultura mochica.
En el fondo un diseño de manto árabe con curvas y predominando el verde, bastante simplificada que le hace destacar al desnudo en sus degradados suaves del claroscuro.
Por último viene al fondo derecho, la cabeza del genio, el personaje de Disney graficado para dar un efecto en armonía con la geometría.
Aladino óleo sobre tela de 150 x 80 cm. por Gustavo González Echeverría
Expuesto en la Galería Praxis de Lima el año 1999 se encuentra en una colección en Grecia.
Yo mismo posé para este cuadro, el año de 1999, en mi taller de Salamanca, urbanización de Lima. Pasando muchas horas delante del espejo grande que conseguí para el taller.
Tenía los dedos muy tensos en el momento de pintar la copa y la mano.... y ni que decir de la sonrisa, se ve que me costó mucho mantener el gesto.
Aquellas partes que no pueden verse en vivo, como la mano derecha, con la que pintaba... las trabajé con retentiva, observando muy cuidadosamente y pintando casi de memoria. Repetidas veces claro.
Esa alegría que muestra Aladino es superficial claro está, pero llena de vitalidad, sostenida en los gestos del personaje y el diseño pero siempre con un estilo realista, clásico;
manteniendo una sobriedad de la luz suave y sombras transparentes que me encantan en las escenas.
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